Todos
ellos fueron propiedad de un mismo hombre
Todos ellos fueron propiedad de un mismo hombre antes que el
gobierno de Estados Unidos ordenara división por prácticas monopólicas. Y sin
duda el nombre que Más sobresale entre los hombres de negocios, Más exitosos de
hoy en día. Un importante y serio periódico dedicado con Pasión a la democracia
lo llama...
"El hombre más importante en el mundo"...
"El hombre que tuvo la mayoría de cosas que las Personas
quieren más".
¿Pero cómo lo obtuvo?
¿Cómo llegó a ser el hombre más rico del Mundo... y seguir
siéndolo?
Él dominó la industria, y la forma en que lo logró es
simplemente extraordinario.
Tenía las habilidades de un multimillonario, y si quieres, tú
también puedes tomar estas habilidades y si aplicas tan sólo el 1% de ellos en
tu vida, entonces es más que probable que obtengas el éxito también. Como el
mismo lo dijo... "No tengas miedo de renunciar lo bueno, para obtener algo
grande". Así que toma acción a tu decisión y empieza a aplicar ese 1%ahora. , conoce la vida de este personaje.
John D. Rockefeller
John Davison Rockefeller (Rickford, 8 de julio de 1839 –
Nueva York, 23 de mayo de 1937) fue un empresario, inversionista, industrial y
filántropo estadounidense, que trabajó en el mundo de la industria petrolera,
llegando al punto de monopolizarla. Fue el fundador y presidente de la Standard
Oil, una gigantesca compañía que llegó a controlar la extracción, refino,
transporte y distribución de más de 90% del
Petróleo de Estados Unidos y sostuvo monopolios enteros en
inversiones en múltiples países extranjeros. Durante un período de más de
cuarenta años, Rockefeller consolidó a la Standard Oil como la compañía
petrolera más grande del mundo, revolucionando la industria en todos sus
niveles y demostrando una extraordinaria e implacable capacidad competitiva.
Por otro lado, Rockefeller fue uno de los más notorios filántropos de su época,
dedicando gran parte de su fortuna y recursos a numerosas donaciones,
fundaciones y programas, siendo el fundador de la Universidad de Chicago, una
de las universidades más prestigiosas del mundo, cuna de 87 Premios Nobel, así
como también de la Universidad de Rockefeller en Nueva York, además de impulsar
numerosas áreas de la educación, la ciencia y la medicina.
Sus logros empresariales son tan magníficos como
controvertidos, pues mediante astucia, ingenio, dedicación y pocos escrúpulos,
ascendió en el mundo empresarial, levantó un extenso imperio que se extendió
hasta tal punto que ninguna otra empresa en la historia ha logrado alcanzar
hasta hoy en día. Señalado por sus prácticas monopolistas, fue denunciado por
periodistas e investigadores y a la larga el gobierno de los Estados Unidos
tuvo que enfrentarse con él, logrando llevarlo ante los tribunales y
consiguiendo tras años enteros de litigios que se dictara la separación de la
gigantesca petrolera de Rockefeller, separación que, tardó mucho tiempo en
materializarse después de dictada.
Rockefeller es hasta ahora el único caso que se haya visto de
un hombre que llegó a construir un monopolio puro, que le costó al mismo
gobierno disolver y que de hecho marcó en profundidad el desarrollo de la
industria petrolera a nivel mundial.
Está considerado como el hombre más acaudalado de la Historia
Mundial y es el fundador de la mítica familia de millonarios que aún persiste
hoy en día, con su mismo apellido y poderío así como la extensión de su riqueza
fueron extremas no sólo sobre Estados Unidos sino sobre otros lugares, como
Europa y Latinoamérica, de hecho, su familia continuó controlando el 90% de la
industria petrolífera en esta última durante más de seis décadas posteriores a
su fallecimiento.
John Davison Rockefeller nació en Richford, (Nueva York), el
8 de julio de 1839, en una familia de clase media descendiente de inmigrantes
alemanes (y éstos
Descendientes de franceses hugonotes que se trasladaron a
Alemania en el siglo XVII) llegados a Estados Unidos en 1733. Su madre, Eliza,
era una mujer muy organizada y dedicada a atender a su familia y su padre,
William Avery Rockefeller, quien no fue modelo de fidelidad conyugal ni ejemplo
para sus seis hijos. Alejado del seno familiar por largos periodos, cuando
volvía sus bolsillos por lo general estaban llenos de dinero e increíblemente
volvía cargado de regalos para su mujer y sus hijos. Mucho más tarde, John
descubriría que su padre no era más que un impostor, que visitaba las reservas
indígenas vendiéndoles a sus moradores toda suerte de objetos y posteriormente
fue mucho más rentable la venta de productos farmacéuticos, que vendía como
panacea para el cáncer.
De su madre Eliza heredó no sólo el físico, sino también la
estricta moral calvinista, además de muchos de los principios básicos de su
vida, entre ellos el orden y la dedicación.
John Davison desde muy joven demostró ser inteligente y
aplicado. Se mudó con su familia a Ohio, Cleveland, donde su padre había
conseguido una mejor oportunidad de trabajo. Ahí estudió en varios colegios
públicos.
Ya desde muy joven Rockefeller mostraba gran interés por los
negocios. De hecho, recolectaba piedras para pintarlas y luego venderlas a sus
compañeros, cuyos pagos depositaba en un frasco azul, que el mismo denominó más
tarde como su primera caja fuerte, que guardaba celosamente en su habitación,
logrando, a la larga, amasar la pequeña fortuna de US$ 50, que para la época
representaba una suma de dinero considerable. Rockefeller alega que fue
entonces cuando pudo aprender una de las lecciones más valiosas de su vida,
cuando un día un amigo de su padre fue a su casa a pedirle al mismo, un
préstamo para saldar un par de deudas que estaban a punto de vencer. Su padre
no tenía el dinero, pero él sí, y acordó prestárselo con un interés del 7%.
Rockefeller posteriormente se sorprendería cuando tras un año recibió una suma
monetaria muy superior a la que había dado originalmente, así él estableció la
máxima de su vida:
!! No trabaje por el dinero, deje que el dinero trabaje por usted!!
De allí en adelante, todas sus ganancias serían
religiosamente contabilizadas en una libreta que él llamó el registro A y
comenzó a establecer la mentalidad que lo llevaría a triunfar años más tarde.
Carrera temprana
Rockefeller a sus 18 años
Su innato gusto por los negocios, lo estimuló aún más la
escuela comercial de Cleveland, de donde salió a los 16 años. Ese mismo año
obtuvo su primer empleo en una empresa de corredores y comerciantes en granos,
donde trabajó con general beneplácito sin fijarse en horarios, perdido en ese
mar de cifras que tanto lo apasionaba. Por la noche, en su cama, repasaba
mentalmente las operaciones financieras del día, tratando de descubrir en qué
podría haber obtenido mejores ganancias.
Ya a sus 16 años, John Davison Rockefeller, era contador en
Cleveland y mostró gran competencia en el área, trabajando para la firma Hewit
and Tuttl y otras empresas, llegando al punto de que al tercer año en susodicho
sector, ya ganaba 600 dólares anuales (una suma considerablemente alta, tomando
en cuenta que el año era 1857), pero tras que le negasen un aumento de 200
dólares, decidió instalar un negocio por cuenta propia. Tenía ahorrados 800
dólares, pero aún le faltaban otros 1000 para crear su primera firma de
corretaje. Su padre se lo adelantó con un interés anual del 10%, hasta que
alcanzara la mayoría de edad. Así fundó con su socio M.B. Clark, la firma Clark
& Rockefeller, que obtuvo, el primer año, beneficios por U$S 4.000 y en el
segundo cuadruplicó la suma.
Entonces comenzó a invertir en el sector cafetero, con lo que
aumentó aún más sus ingresos, pero a pesar de la gran cantidad de dinero que
ganaba, Rockefeller no se sentía complacido, deseaba llegar mucho más lejos y
estaba decidido a lograrlo.
El Imperio de Rockefeller
La inconformidad de Rockefeller respecto a sus logros y a la
producción de su firma, así como su percepción de que la industria petrolera le
brindaría más oportunidades lo llevaron a ingresar al sector industrial, en la
producción petrolera. John Davison Rockefeller era ahora un joven y acaudalado
entusiasta del sector petrolero, pero ninguna persona en aquel mundo se
imaginaba que la ambición e Inteligencia de este joven lo llevaría a crear el mayor
monopolio de todos los tiempos y justamente sobre aquella tan importante
industria.
Fuerza y sentido de la oportunidad, Cleveland en 1857.
Desde los años de 1850, Cleveland, había estado
experimentando un acelerado crecimiento, especialmente en los sectores
industriales, dando como resultado que para 1861, se había tornado en una de
las ciudades más modernas y productivas de Estados Unidos, además de una de las
principales sedes industriales. En medio de este ambiente Rockefeller apreció
de cerca el crecimiento paulatino que la industria petrolera comenzaba a
experimentar y fue lo bastante brillante para entender que ese combustible
pronto se convertiría en la fuente de energía del mundo.
En 1862, con los ahorros y ganancias de su firma cafetera,
pasó a ser socio de la Clark & Andrews, que comenzó instalando sus
refinerías y en cuestión de muy poco tiempo comenzó a adquirir otras en
Cleveland, actividad que continuó hasta apropiarse de forma definitiva de gran
parte de las de la ciudad.
El estallido de la Guerra Civil en 1861 fue la llave de su
fortuna. Dos años antes, con la perforación del primer pozo de petróleo,
comprendió que podía ganar más con su transporte y refino que con la
explotación. Cuando en 1863 la compañía ferroviaria del Atlántico y el Oeste
extendió su línea hasta Cleveland, poniendo esta ciudad en contacto directo con
Nueva York a través de la región del petróleo, supo que había llegado el
momento. Tenía 23 años e invirtió 4.000 dólares como socio comanditario en la
nueva firma Clark, Andrews & Co. Las refinerías surgían como hongos en
Cleveland y su entusiasmo por el oro negro lo hizo abandonar el comercio de
granos. Al negarse su socio Clark a la expansión de la firma (lo atemorizaba el
pasivo de US$ 100.000), decidieron subastar la empresa. El 2 de febrero de
1865, la compañía salió a la venta, las apuestas subieron rápidamente, Clark,
decidido a quedarse con la firma, ofreció 72.000 dólares. Rockefeller,
imperturbable, retrucó con 72.500 dólares y se quedó con la compañía. El
negocio, que en adelante se llamaría Rockefeller & Andrews, era la mayor
refinería de Cleveland, con una capacidad de 500 barriles por día y
ganancias de un millón de dólares por año, que se duplicarían al año siguiente.
En aquella época John Davison Rockefeller se decía que sólo
tenía que mostrarles a sus competidores su cartera de inversiones y
propiedades, para que estos decidieran venderle o negociar con él, de lo
contrario podían estar seguros de que Rockefeller se encargaría de quebrarlos y
llevarlos a la bancarrota, después de todo, él dejaba muy en clara su visión
con la frase:
"La competencia es un pecado, por eso procedemos a
eliminarla"
Ya desde entonces Rockefeller mostraba su mentalidad de hombre de negocios
depredador, buscando a toda costa la expansión de sus empresas, el aumento de
sus inversiones y la eliminación progresiva de la competencia a toda costa. El
astuto e inteligente empresario haría en el futuro muchas maniobras que
reflejarían su visión y en más de una ocasión demostraría su efectividad a la
hora de sobreponerse a los demás.
La conquista de Cleveland y expansión nacional, Rockefeller en 1875
Su siguiente paso fue negociar con el ferrocarril tarifas
preferenciales, y ese descuento fue un arma esencial para fundar en 1870 una
nueva sociedad, con 1 millón de dólares de capital: la Standard Oil, que
absorbió a la empresa Rockefeller & Andrews, que venía de una rápida
expansión, en el año 1870 y debido a que la Standard Oil, había sido creada por
Rockefeller, su hermano William y varias personas más, Rockefeller pasó a
liderar la compañía.
Ahora John Davison Rockefeller, controlaba una vasta red de
refinerías, además como el mismo había determinado que el negocio del petróleo
podía generar ganancias desde más de un enfoque, llevó a la compañía a
desarrollar sistemas de extracción y transporte del crudo, controlando así
todos los aspectos de la producción petrolera.
En 1870 la Standard Oil era una de las mayores refinerías de
centro de los Estados Unidos y ya en 1872, junto con dos de los más importantes
refinadores de Pittsburg y Filadelfia, pudieron manejar a su antojo las tarifas
con los ferrocarriles. La Standard Oil refinaba un cuarto de toda la producción
de petróleo del país, y eliminando paso a paso la competencia, se convirtió en
un poderoso monopolio, que refinaba el 95% de la capacidad total del país. Su
equipo directivo estaba formado por un conjunto de los más capaces financieros
del país. Todos eran millonarios. Para Rockefeller, la elección del personal
siempre había sido un ingrediente importantísimo; elegía a los más capaces y
entusiastas.
A principios de 1872 Rockefeller estaba decidido a finalizar
su proyecto de conquista de la industria petrolera, para lo cual avanzó, dando
una maniobra sin precedentes, al ayudar a crear la South Improvement Company,
una asociación que englobaba a los principales refinadores de petróleo de
Cleveland, llegando a acuerdos con las empresas ferroviarias para obtener
importantes descuentos para los miembros de la asociación. Este acuerdo
ocasionó la reclamación del público que abogó por su anulación, algo se logró
de modo legal, tres meses más tarde, ante las protestas de la gente, pero para
entonces casi todos los competidores de Rockefeller se habían visto obligados a
vender o a asociarse con él. En cuestión de tres meses, Rockefeller había
comprado 22 de las 25 refinerías de Cleveland, todo gracias a esta magnífica
maniobra, pasando aquella hazaña a ser denominada la "Conquista de
Cleveland".
Luego de aquel extraordinario éxito, John Davison Rockefeller
se encargó de expandir la presencia de la Standard Oil, hacia todo el país.
Instalando o comprando, su objetivo era dominar la industria. En 1878
Rockefeller controlaba el 90% de las refinerías de petróleo de Estados Unidos y
poco después ejercía un monopolio de los canales de distribución. Ahora Rockefeller era, para fines prácticos, "el dueño
de la industria petrolera de Estados Unidos" y ya nada podía cambiarlo.
La Standard Oil Trust, Dominio Total
Como consecuencia de todas estas maniobras, Rockefeller había
instaurado su poder sobre la industria petrolera, pero ahora deseaba afianzarlo
de forma total. Para ello decidió proceder a la creación de la Standard Oil
Trust. Ésta sería una especie de extraordinario holding empresarial que
concentraría diversas inversiones en el mundo del petróleo y los combustibles,
no sólo en Estados Unidos sino en varios otros países del mundo.
Acción de la Standard Oil
La creación de esta entidad, se basó en una idea que
Rockefeller creó, para evitar ser acusado de monopolio por las autoridades,
dado que para el momento el gobierno ya comenzaba a tener injerencia en la
reglamentación de la libre competencia entre empresas. Debido a ello,
Rockefeller no podía adquirir de forma corriente, todas las empresas que
deseaba controlar, porque de hacerlo, las autoridades intervendrían, la
solución fue la creación del Trust, término que en inglés significa: confianza,
y que se refería a una concentración de empresas bajo una misma dirección, el
control legal de las sociedades constituyentes se confería a la junta de
administradores, cambiándose las acciones de las compañías por los certificados
del trust. De esta manera, Rockefeller lograba unir a las distintas empresas,
bajo una misma dirección central con la finalidad de ejercer un control de las
ventas y la comercialización del petróleo.
La idea de Rockefeller se materializó en 1882, creándose así
la Standard Oil Trust, que fue el primer monopolio del mundo, abarcando toda la
industria petrolera estadounidense, controlando los procesos de extracción,
refino, transporte, distribución y venta de todos los productos derivados del
90% de todo el petróleo de Estados Unidos y sosteniendo operaciones,
inversiones y actividades en decenas de otros países. Este fue el epítome de la extraordinaria carrera empresarial
de Rockefeller, que ahora era el hombre más acaudalado de Estados Unidos y
posiblemente del mundo.
Estados Unidos contra Rockefeller
Ya a finales de la década de 1880, el gobierno de los Estados
Unidos, estaba centrando su atención en el inmenso desarrollo del sector
privado del país. En ese momento, EEUU estaba decidida a reglamentarlo, para
permitir el desarrollo equilibrado y justo de las inversiones y las compañías,
buscando establecer la libre competencia, en un país donde tal cosa no existía.
Por supuesto, para llevar a cabo tal proyecto de reforma era necesario
demostrar que no se permitirían monopolios, y la única forma de probarlo era
suprimiendo al más grande y poderoso de todos, la Standard Oil, que gracias a
la Standard Oil Trust, a sus múltiples inversiones y a su dominio de la
industria, controlaba casi en su totalidad el petróleo estadounidense y gran
parte del petróleo del mundo.
La Exxon Mobil, es la más grande de las treinta sucesoras de
la Standard Oil.
El gobierno debió enfrentarse a Rockefeller para poder
aplicar las nuevas medidas anti-monopolio que planteaban. De esta manera, el gobierno se preparó para enfrentarse al
hombre más poderoso de Norteamérica, Rockefeller, y llevarlo ante los
tribunales. A pesar de que fueron muchos los periodistas e investigadores,
tanto públicos como privados, los que expusieron al monopolio de Rockefeller,
al gobierno le resultó muy difícil hacer frente al poderoso magnate y a su
imperio. Fueron necesarios años enteros de litigios sólo para llevarle ante
tribunales, pues John D. Rockefeller dispuso de su ejército de abogados para
defender sus intereses.
Chevron mantiene en su logo una referencia a su antecesora,
Standard Oil
Finalmente, se planteó el caso ante el Tribunal Superior de
Justicia de Ohio, que decretó a la Standard Oil Trust como un monopolio ilegal
y ordenó su disolución. La decisión fue apelada por Rockefeller, pero perdió.
Aun así, con todo y las exigencias de la corte, el monopolio no se disolvió
como tal hasta 1899, dado que si bien accedió a desactivar la Standard Oil
Trust, el imperio petrolífero de Rockefeller ya estaba más que afianzado, y ese
año John Davison Rockefeller estableció la Standard Oil Company en Nueva
Jersey, siendo su presidente hasta su jubilación en 1911. Este mismo año la
empresa se dividió en 37 diferentes corporaciones por orden del Tribunal
Superior de Justicia de Estados Unidos, que consideró a la compañía demasiado grande
y poderosa en la industria como para continuar unida. Aun así, Rockefeller
continuó manteniendo el 30% de las acciones de todas esas compañías y su
familia continuó manteniendo la mayoría del resto de las acciones, por lo que
su fortuna no se vio afectada.
Cabe destacar que el listado de empresas que surgieron como
descendientes de la Standard Oil hoy en día son las principales compañías
petroleras, no sólo de Estados Unidos sino del mundo, contándose en la lista
compañías como la Exxon Mobil, que es la multinacional petrolera más grande del
mundo, Chevron, que es otra de las grandes multinacionales petrolíferas,
ConocoPhillips, Amoco (que fue absorbida por British Petroleum en el año 2000)
y Standard Oil of Ohio, previamente conocida como Sohio.
En vista del renombre que poseen estas compañías hoy en día,
no es difícil imaginar cuán poderoso fue el monopolio que ejerció Rockefeller y
cuán extenso resultó, dado que todas estas son empresas que nunca faltan en
ningún listado de corporaciones de gran importancia. Pensar que todas ellas
estuvieron cohesionadas por el deseo de un solo hombre de dominar una
industria, es algo que quizá resulte imposible de concebir hoy en día. Pero lo
fue, y lo más increíble se mantuvo así a lo largo de más de cuatro décadas.
En consecuencia, se puede afirmar que la actual
estructuración de las principales compañías del sector petrolífero es en su
mayoría heredera del inmenso monopolio de Rockefeller, testimonio del gran
poder que ejerció y de la extensa influencia que poseyó y que marcó a esta
industria.
Vida privada
En lo que respecta a su vida privada, de Rockefeller se puede
decir que gozó de la ventaja del anonimato de aquella época, su nombre era
reconocido, más en definitiva no se vio envuelto en ningún tipo de escándalo ni
sufrió de persecución mediática. Desde joven John Davison Rockefeller mostró
siempre un carácter reservado, siempre se esforzaba al máximo en lo que hacía y
su inteligencia para los negocios era innegable, pero siempre discreto.
Rockefeller, además es considerado el hombre más rico de la historia
evaluándose su fortuna en 1400 millones de dólares o el 1,53% del PIB
estadounidense de la época, lo que ajustado a la inflación equivaldría en 2007
a 663 400 millones de dólares estadounidenses.
Matrimonio y familia
Rockefeller se casó con Laura Celestia Spelman, una profesora
de Nueva York, con quien se mantuvo casado hasta su muerte y quien le dio su
único hijo varón, John Davison Rockefeller Jr., quien heredaría su vasto
imperio tras su muerte. Su vida familiar transcurrió entre sus múltiples
residencias y en su casa de nueve plantas en Nueva York, donde más tiempo pasó.
Final de su vida: Rockefeller en 1911
A los 53 años de edad, su salud comenzó a empeorar. Con
varias enfermedades digestivas, perdió el cabello, adelgazó y se le hundieron
los hombros. Con la espalda encorvada llegó a tener la apariencia de un hombre
mucho mayor de lo que en realidad era. Apenas podía mantenerse en pie. Con sus
recursos económicos buscó tratamientos costosos pero su salud no mejoró. Fue
entonces cuando empezó a bajar su ritmo de trabajo, a descansar más y a
alimentarse bien, su salud fue mejorando.
Rockefeller, tras la separación en 30 diferentes empresas de
su gigantesca petrolera la Standard Oil, y tras su retiro como presidente de su
vasto imperio en 1911, centró su atención sobre todo en sus actividades
filantrópicas y en su más ambicioso proyecto en el ámbito inmobiliario, la
construcción del Rockefeller Center, el cual nunca pudo ver terminado, debido a
su muerte el 23 de mayo de 1937 en su residencia de Ormond Beach, Florida, a
los 97 años de edad. Fue enterrado en el Lake View Cementery, en Cleveland, la
ciudad que vio nacer su inmenso imperio. Sería su hijo, John Davison Rockefeller Jr., quien
completaría la construcción del proyecto que era el Rockefeller Center, que
sería el mayor centro empresarial del país y probablemente del mundo en su
momento, siendo todavía hoy en día uno de los más importantes, además de ser un
importante activo inmobiliario y de bienes raíces, para la familia. Un gran
ejemplo a seguir que todo se puede lograr en la vida con determinación en cada
una de las metas que te propongas, un cambio se verá en tu vida y la de tu
familia.
es.wikipedia.org
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