Toma
de Ciudad Juárez, Chihuahua México, época de la Revolución
Fotografía de los vencedores de la Toma de Ciudad Juárez
Ciudad Juárez era defendida por el
general Juan Navarro y el coronel de infantería Manuel Tamborrell, quienes
estaban a cargo de las tropas y de la guarnición respectivamente. Los
revolucionarios, liderados por Orozco y Villa, desobedeciendo las órdenes de
Madero, atacaron la guarnición de Ciudad Juárez los días 8 y 9 de mayo y
logrando penetrar sus trincheras. Infructuosamente, Madero intentó detener la
embestida, pero más rebeldes se unieron paulatinamente a la transgresión, por
lo que finalmente decidió dar la orden al resto de sus hombres de proseguir el
asalto.
Las tropas revolucionarias finalmente
tomaron la plaza el día 10, obligando al general Navarro a capitular. Entonces,
Madero, de acuerdo al Plan de San Luis, fue nombrado presidente provisional y
constituyó su Consejo de Estado, en el que incluía entre otros a Venustiano
Carranza, su hermano Gustavo y José María Pino Suárez.
El 17 de mayo se firmó un armisticio
de cinco días aplicable a toda la República mexicana. Al término de éste, se
firmó un tratado de paz en dicha ciudad, lo que dio fin a la revolución
maderista.
Copia de cantos populares de la época en favor del maderismo. Se muestra la letra de una canción relatando la Toma de Ciudad Juárez
El día 21 de ese mes17 se firmó en
esa misma ciudad un documento conocido como Tratados de Ciudad Juárez, el cual
establecía lo siguiente:
En Ciudad Juárez, a los 21 días del
mes de mayo de 1911, reunidos en el edificio de la Aduana Fronteriza los
señores: licenciado Francisco S. Carvajal, representante del gobierno del señor
general don Porfirio Díaz; doctor Francisco Vázquez Gómez, Francisco Madero
padre y licenciado José María Pino Suárez, como representantes los tres últimos
de la Revolución, para tratar de hacer cesar las hostilidades en todo el
territorio nacional, y considerando:
Que el señor general Porfirio Díaz ha
manifestado su resolución de renunciar a la presidencia de la República antes
de que termine el mes en curso.
Que el señor Ramón Corral renunciará
igualmente a la vicepresidencia
Que el señor Francisco León de la
Barra se encargará interinamente del Poder Ejecutivo de la nación y convocará a
elecciones.
Francisco León de la Barra
Que el nuevo gobierno acordará lo
conducente a las indemnizaciones por los perjuicios causados directamente por
la Revolución.
Desde hoy cesarán en todo el
territorio de la República las hostilidades que han existido entre las fuerzas
del general Díaz y las de la Revolución, debiendo éstas estar licenciadas a
medida se vayan dando los pasos necesarios para restablecer y garantizar la paz
y el orden público.
Tratados de Ciudad Juárez, 21 de mayo
de 1911. Renuncia de Díaz
El día 25 de mayo, Porfirio Díaz se
presentó en la Cámara de Diputados para entregar su renuncia ante el pleno,
mediante un documento en el que declaraba:
A los CC. Secretarios del H. Cámara
de Diputados. El Pueblo mexicano, ese pueblo que
tan generosamente me ha colmado de honores, que me proclamó su caudillo durante
la guerra de Intervención se ha insurreccionado en bandas milenarias armadas,
manifestando que mi presencia en el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo, es
causa de su insurrección. No conozco hecho alguno imputable a
mí que motivara ese fenómeno social; pero permitiendo, sin conceder, que pueda
ser culpable inconsciente, esa posibilidad hace de mi persona la menos
apropósito para raciocinar y decir sobre mi propia culpabilidad. En tal concepto vengo ante la Suprema
Representación de la Nación a dimitir sin reserva el encargo de Presidente Constitucional
de la República.
El 31 de mayo, Díaz abordó en el
puerto de Veracruz el barco de vapor Ipiranga con rumbo a Europa, donde
permaneció en el exilio hasta el 2 de julio de 1915, fecha en que falleció.
Interinato de León de la Barra
Francisco León de la Barra asumió la
presidencia interina tras la renuncia de Porfirio Díaz.
Las renuncias tanto del presidente
como del vicepresidente dieron lugar a que el entonces secretario de Relaciones
Exteriores, Francisco León de la Barra, tomara posesión de la presidencia el
mismo 25 de mayo de forma interina, manteniéndose en el poder alrededor de seis
meses.
De la Barra formó un gabinete plural
en el que se incluyeron porfiristas, maderistas e independientes, lo cual
ocasionó una grave crisis política, acrecentada con la actitud que tomó Madero
frente a los grupos revolucionarios, lo cual causó severas brechas. Durante el
interinato, De la Barra y Madero protagonizaron un constante antagonismo.
Conflicto con el Zapatismo y
Emiliano Zapata.
Auspiciado en los Tratados de Ciudad
Juárez, León de la Barra intentó acelerar el proceso de licenciamiento de las
tropas revolucionarias. Se calcula que de los 60.000 rebeldes, sólo 16.000 se
organizaron en nuevos cuerpos de Rurales, regresando la mayoría a la vida
cotidiana. El mayor opositor del desarme y desmovilización de las tropas fue
Emiliano Zapata, quien pedía que primero se cumpliera lo prometido por Madero
en el Plan de San Luis en el rubro de restitución de tierras. Ante esta
situación, Madero se encontró en medio de la postura del presidente interino,
la cual era apoyada por los hacendados del estado de Morelos, y los reclamos de
las tropas revolucionarias, que pedían que se cumpliera lo prometido. Intentando conciliar, Madero se
reunió con Zapata en Cuautla el 18 de agosto de 1911, donde se comprometió a
resolver el problema agrario a cambio de que las tropas zapatistas fueran
licenciadas. Además, le pidió que confiara en las negociaciones con el
gobierno. Al principio, De la Barra pareció estar de acuerdo con las peticiones
de Zapata, pero en lugar de continuar las pláticas ordenó al general Victoriano
Huerta, quien se encontraba en el mismo estado de Morelos, que reprimiera por
la fuerza el movimiento zapatista. Madero tuvo que salir huyendo de vuelta a la
Ciudad de México mientras que Zapata y algunos pocos de sus hombres se
replegaron hacia las sierras de Puebla y Guerrero. Poco después, Zapata realizó
un manifiesto dirigido al pueblo de Morelos, en el que acusó a los traidores científicos de querer retomar el poder mientras que, por otra parte, exculpó a Madero.
Adicionalmente, proclamó la existencia del Ejército Libertador del Sur.
Divisionismo dentro del movimiento
Durante el interinato, Bernardo Reyes
regresó al país, asegurando que tenía interés de unirse a la revolución
legalizada. En una reunión sostenida por Reyes, de la Barra y Madero, éste
último le ofreció a Reyes el ministerio de Guerra, aunque, ante el descontento
de los revolucionarios, el ofrecimiento se rompió.
Otro conflicto se suscitó con los
hermanos Vázquez Gómez. Uno de ellos, Emilio Vázquez Gómez, fungía como
ministro de Gobernación y abogaba por no licenciar las tropas revolucionarias,
por lo que su relación con de la Barra no era cordial. El presidente le pidió a
Madero que solicitara su renuncia, la cual se hizo efectiva el 1 de agosto.
Tres semanas después se promulgó el Plan de Texcoco, firmado por Andrés Molina
Enríquez, el cual desconocía el gobierno del presidente de la Barra y llamaba a
continuar la lucha armada. Como consecuencia, Molina fue conducido a prisión.
Además, el 31 de octubre de 1911 fue
proclamado el Plan de Tacubaya, firmado por Paulino Martínez, periodista de
oposición y quien posteriormente se convirtió en ideólogo del zapatismo. En
dicho documento se aseguraba que el Jefe de la Revolución había traicionado
sus propios principios asentados en el Plan de San Luis, y lo acusaba de
rodearse de miembros del antiguo régimen.
Elecciones presidenciales y extraordinarias
de México de 1911
En medio de dichos conflictos se
comenzó a preparar la próxima elección. Madero formó el Partido Constitucional
Progresista, basado en el Anti reeleccionista y el Plan de San Luis, el cual
presentaba como fórmula a Madero en la presidencia y José María Pino Suárez
para la vicepresidencia. El rompimiento para estas elecciones con Vázquez
Gómez, quien había sido su compañero de fórmula en las elecciones pasadas,
provocó el distanciamiento de muchos ex-reyistas, experimentados en la política
nacional.
El Partido Nacional Católico, fundado
el 3 de mayo de 1911, presentó a Madero para la presidencia y de la Barra a
la vicepresidencia. El partido reyista por su parte proponía a Bernardo Reyes
para la presidencia, y el Partido Liberal Puro proponía a Emilio Vázquez
Gómez.
Las elecciones se realizaron en el
mes de octubre, resultando ganadores Francisco I. Madero a la presidencia (con
el 99% de los votos) y José María Pino Suárez a la vicepresidencia, dando
inicio su mandato el 6 de noviembre.
Presidencia de Madero (1911-1913)
Durante este periodo de transición,
el 27 de noviembre de 1911 se modificó la Constitución Mexicana en sus
artículos 78 y 109, prohibiendo así las reelecciones del presidente y
vicepresidente, aunque éste último podía postularse en el período inmediato.
Además, en diciembre de 1911 se formuló la ley electoral, misma que fue
reformada en mayo de 1912. La instauración de dicha ley tenía como finalidad
ampliar la libertad electoral, limitar la intervención estatal en las
elecciones y expandir el universo de electores, buscando una mayor igualdad
electoral.
Durante el mandato de Madero se
transformó casi en su totalidad la pirámide del poder: llegaron nuevos
gobernadores, muy diferentes a los que habían participado en el gobierno de
Díaz, además de que viejos jefes políticos se vieron desplazados por un nuevo
aparato gubernativo dominado por las clases medias, aunque obreros y campesinos
siguieron relegados de los procesos políticos.
Movimiento zapatista
Emiliano Zapata proclamó el Plan de
Ayala, documento que desconocía el gobierno maderista. Dos días después de la toma de
posesión de Madero, el presidente envió un representante a Morelos pidiendo que
Zapata licenciara sus tropas. Zapata puso como condiciones que el gobernador
del Estado Ambrosio Figueroa fuera removido del cargo, el retiro de las tropas
federales, indulto y salvoconducto para los integrantes de su ejército y el
establecimiento de una ley agraria que mejorara la calidad de vida en el campo.
Madero rechazó las condiciones y envió al ejército a Villa de Ayala, donde
establecieron un cerco y abrieron fuego con la intención de terminar con el
movimiento. Zapata y sus hombres lograron huir al estado de Puebla, y el 28 de
noviembre dieron a conocer el Plan de Ayala, documento redactado por Otilio
Montaño y firmado por elementos del Ejército Libertador del Sur.43 En dicho
documento se acusó a Madero de haber impuesto al vicepresidente y los
gobernadores de los estados en contra de la voluntad popular, se le acusaba de
dictador y estar «en contubernio escandaloso con el partido científico,
hacendados feudales y caciques opresores enemigos de la revolución». Además se
reconocía como «Jefe de la Revolución» a Pascual Orozco y, en caso de que éste
no aceptara, quedaría como jefe Emiliano Zapata.
Al enterarse del Plan de Ayala, el
presidente Madero redobló los esfuerzos por terminar con el movimiento sin
conseguirlo, lo que al mismo tiempo lo llevó a una mayor enemistad con los
hacendados.
A lo largo de 1912 la lucha entre
zapatistas y el gobierno fue de reducida intensidad, entre pocos y pequeños
grupos rebeldes zapatistas y las tropas del general Felipe Ángeles, quien había
recibido instrucciones de Madero de que la lucha no fuera excesivamente
violenta.
Levantamiento de Pascual Orozco y Plan de la
Empacadora
Desde el momento en que Pascual
Orozco desobedeció las órdenes de Madero y se dirigió a atacar Ciudad Juárez se
rompieron las relaciones entre estos dos personajes. La situación se agravó
cuando no fue elegido para formar parte del gabinete del gobierno provisional
formado tras la firma de los Tratados de Ciudad Juárez y cuando durante las
elecciones a gobernador de Chihuahua, Orozco perdió frente al candidato que Madero
apoyaba, Abraham González.
En marzo de 1912 Orozco desconoció el
gobierno de Madero y llamó a levantarse en armas contra él por medio del Plan
de la Empacadora. Su movimiento logró convocar a las clases populares, media y
alta, además de que cobró fuerza después de derrotar a Villa. Victoriano Huerta
fue encomendado por el gobierno maderista para sofocar la rebelión. Después de
vencer al orozquismo se convirtió en héroe nacional, ganándose además la
confianza del presidente.
Movimientos contrarrevolucionarios
Rebeliones de Bernardo Reyes y Félix
Díaz. El general Bernardo Reyes convocó a
un levantamiento armado. Ante el fracaso se entregó y fue encarcelado en la
Ciudad de México. Bernardo Reyes había intentado
competir en las elecciones para presidente en 1911, pero ante las amenazas de
los maderistas decidió salir del país y desde San Antonio, Texas, lanzó el Plan
de la Soledad en noviembre de 1911, el cual buscaba desconocer el gobierno de
Madero. Regresó a México el 5 de diciembre pero se encontró con que sus
seguidores habían desertado, por lo que terminó entregándose ante las
autoridades federales. Fue encarcelado en la prisión de Santiago Tlatelolco y
posteriormente juzgado por un tribunal de guerra acusado de sedición. Dicho
tribunal lo encontró culpable, por lo que lo destinó a una corte marcial.
En el estado de Veracruz, Félix Díaz,
sobrino de Porfirio, se levantó en armas el 16 de octubre de 1912 seguido de
algunos militares de la zona. Sin embargo, el movimiento no tuvo la repercusión
esperada y a los pocos días fue derrotado por tropas federales. El 23 de
octubre fue capturado y remitido a la ciudad de México, donde fue encarcelado.
Fue sometido a una corte de guerra, que lo sentenció a muerte. A pesar de
ello, bajo presiones de miembros de la Suprema Corte (porfiristas), la pena se
le conmutó por prisión perpetua.
Henry Lane Wilson
Intervención del embajador Wilson
El embajador estadounidense en
México, Henry Lane Wilson, se involucró en la política nacional mexicana. El embajador estadounidense en el
país durante el gobierno de Madero fue Henry Lane Wilson, quien, enemistado con
Madero, intervino en la política nacional para derrocarlo. Wilson tuvo varias
fricciones con el gobierno mexicano porque éste no había favorecido los
intereses comerciales de inversionistas estadounidenses, sino que, al
contrario, proclamó una serie de medidas nacionalistas que los afectaban. Por
ejemplo, una nueva legislación ferroviaria ocasionó que aquellos trabajadores
estadounidenses que no supieran español fueran reemplazados por trabajadores
mexicanos. Además, una nueva legislación respecto a la explotación petrolera en
el país obligaba a los extranjeros a pagar impuestos. Wilson se encargó entonces de
acrecentar las fricciones entre ambos países enviando a su gobierno informes
alarmistas sobre la situación del país, por lo que el gobierno de Estados
Unidos exigió que se salvaguardara la integridad de sus ciudadanos radicados en
México y que se garantizaran las inversiones realizadas.
La Decena Trágica
Pacto de la Ciudadela y Asesinato de Francisco I. Madero y José María
Pino Suárez. Soldados sublevados durante la Decena
Trágica.
Desde mediados de 1912 se había
estado gestando una conspiración en la que participaron Rodolfo Reyes, hijo de
Bernardo, y los generales Manuel Mondragón, representante de Félix Díaz, y
Gregorio Ruiz. El día 9 de febrero se inició el
golpe de Estado que se consumó en diez días, por lo que es conocido tal acontecimiento
como Decena Trágica. Durante esa jornada se rebelaron los alumnos de la
Escuela de Aspirantes de Tlalpan y una tropa del cuartel de Tacubaya. Marcharon
en dos columnas: una hacia Tlatelolco y otra hacia Lecumberri, con la finalidad
de liberar tanto al general Bernardo Reyes como a Félix Díaz. Después de ser liberado, Reyes se
dirigió hacia el Zócalo de la Ciudad de México, donde buscaba que la guarnición
del Palacio Nacional lo secundara. Sin embargo, el general Lauro Villar, jefe
de la plaza, ordenó el fuego, muriendo Reyes en el lugar. Félix Díaz, por su
parte, se dirigió a la plaza de La Ciudadela, lugar donde estableció su cuartel.
Mientras tanto, Madero salió de la entonces residencia oficial presidencial, el
Castillo de Chapultepec, y se dirigió a Palacio Nacional, donde relevó al
general Villar, que había resultado herido durante el combate con Reyes, y
encargó a Victoriano Huerta que sofocara la rebelión mientras él salía a
entrevistarse con Felipe Ángeles en Cuernavaca.
Madero regresó confiado al capital
acompañado del general Ángeles y Rubio Navarrete, que se había trasladado desde
Querétaro. Huerta se encargó de retrasar y entorpecer los ataques, por lo que
Gustavo Madero lo mandó aprehender. El 17 de febrero, Huerta recusó los cargos
de Gustavo, reafirmando su lealtad a Francisco I. Madero. Éste ordenó su
liberación, recriminando a su hermano por impulsivo. Al día siguiente Huerta y
Félix Díaz firmaron el llamado Pacto de la Ciudadela, conocido también como
Pacto de la Embajada debido a que fue firmado en la embajada estadounidense en
presencia de Henry Lane Wilson. El pacto establecía el compromiso de Huerta de
apresar al presidente y disolver el Ejecutivo para tomar la presidencia de la
República de forma provisional, a fin de que, llegadas las elecciones, Félix Díaz
fuera nombrado presidente.
En la Ciudad de México, a las nueve y
media de la noche del día dieciocho de febrero de mil novecientos trece,
reunidos los señores generales Félix Díaz y Victoriano Huerta. Expuso el señor
general Huerta que, en virtud de ser insostenible la situación por parte del
gobierno del señor Madero, ha hecho prisionero a dicho señor, a su gabinete y a
algunas otras personas. Después de discusiones. Se convino lo siguiente:
Primero. Desde este momento se da por inexistente y desconocido el Poder
ejecutivo que funcionaba. Segundo. A la mayor brevedad se procurará solucionar
en los mejores términos legales posibles la situación existente, y los señores
Díaz y Huerta pondrán todos sus empeños a efecto de que el segundo asuma antes
de setenta y dos horas la presidencia provisional.
Poco antes de la reunión, Gustavo A.
Madero fue detenido en un restaurante de la Ciudad de México y trasladado a la
Ciudadela, donde fue torturado y posteriormente asesinado.
El general Aureliano Blanquet se
encargó de apresar en el Palacio Nacional al presidente Madero y al
vicepresidente Pino Suárez. La madrugada del 19 de febrero, en sesión
extraordinaria de la Cámara de Diputados, se aceptó la renuncia de ambos. Fue
designado entonces como presidente el secretario de Gobernación, Pedro
Lascuráin, cuya única acción de gobierno fue nombrar, a su vez, a Victoriano
Huerta como secretario de Gobernación, para que 45 minutos después pudiera
renunciar y se diera paso a que Huerta fungiera como el presidente interino de
México, conforme a la legislación vigente.
Madero y Pino Suárez permanecieron
presos en Palacio Nacional hasta la noche del 22 de febrero, siendo luego
trasladados a la Penitenciaria del Distrito Federal, pero casi al llegar a su
destino fueron asesinados. Por lo regular todo movimiento tiene
fin común, el conseguir una mejor calidad de vida, un estilo de vida diferente
en donde lo económico y lo emocional no sea un factor del cual preocuparse. Pero
una gran cantidad de personas ya sea por temor a lo desconocido, a lo nuevo o a
hacer algo diferente, jamás se dan la oportunidad de escuchar tal información
que les podría cambiar su manera de pensar y por lo tanto su estilo de vida. Por
esta razón te invito a que tomes la decisión y te des la oportunidad de ver y
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