Diferentes sucesos Revolucionarios
José C. Delgado, Victoriano Huerta y Abraham F.
Ratner
Victoriano Huerta, al llegar al
poder, se volvió un dictador que anuló la democracia y la libertad por medio de
la fuerza militar. Huerta recibió el apoyo de los grandes hacendados, altos
mandos militares, del clero y de casi todos los gobernadores, a excepción de
José María Maytorena, gobernador de Sonora, y de Venustiano Carranza, gobernador
de Coahuila. La gestión huertista se propuso entonces dos metas: lograr la
pacificación del país y lograr el reconocimiento internacional de su gobierno,
especialmente por parte de los Estados Unidos.
Intentó conseguir el apoyo de
orozquistas y zapatistas, concediendo amnistías generales y enviando
representantes. Pascual Orozco puso algunas condiciones que le fueron
otorgadas, como el empleo de guardias rurales para sus soldados, pago de
sueldos a costa del erario y pensiones a viudas y huérfanos, por lo que el 27
de febrero de 1913 Orozco hizo oficial su apoyo al gobierno. Zapata, por su
parte, rechazó tajantemente cualquier oferta, por lo que el movimiento morelense
continuó su lucha contra el gobierno de Huerta.
La Cámara de Diputados se opuso al
gobierno huertista e incluso la facción maderista fue sumamente crítica con sus
acciones. Belisario Domínguez, diputado chiapaneco, escribió un discurso en el
que condenaba la violencia desatada y acusó a Victoriano Huerta de asesino.
Después de ser prohibida su lectura en el Congreso por parte de la Cámara de
Senadores, lo difundió por escrito. Poco tiempo después fue asesinado y cuando
los miembros de la Cámara exigieron que se investigara su muerte y se
garantizara la vida de los miembros del Poder Legislativo, Huerta decidió
disolver la Cámara y mandó arrestar a varios de sus miembros. Cuando la Cámara
de Senadores tuvo conocimiento de estos hechos sus miembros acordaron disolver
su propia Cámara, por lo que Huerta asumió facultades extraordinarias.
Relación con los Estados Unidos
Pocos días después de la decena
trágica, Woodrow Wilson asumió la presidencia de los Estados Unidos. Wilson,
que no simpatizaba con Huerta, envió a agentes para que le informaran la
situación que prevalecía en el país. John Lind llegó a México para sustituir a
Henry Lane Wilson y presentó a Huerta en agosto de 1913 cuatro propuestas del
gobierno estadounidense:
Cese al fuego inmediato y armisticio
definitivo.
Elecciones libres inmediatas con la
participación de todas las facciones.
Que el general Huerta no participara
en dichos comicios.
Acuerdo de todos los partidos de
acatar el resultado y cooperar en el nuevo gobierno.
Las propuestas fueron rechazadas por
medio del secretario de Relaciones Exteriores, Federico Gamboa, por lo que el
presidente Wilson declaró a los Estados Unidos neutral en el conflicto. De esta
forma ninguna de las dos facciones podría comprar armamento del país fronterizo.
Revolución constitucionalista
El ascenso al poder de Huerta provocó
que los anti porfiristas se levantaran en armas, iniciando lo que se conoce
como «Revolución constitucionalista» en marzo de 1913 en el norte de México.
Plan de Guadalupe
Ejército Constitucionalista
Venustiano Carranza (al centro) en La
Cañada, Querétaro, el 22 de enero de 1916.
Un día después del ascenso de Huerta
al poder, Venustiano Carranza, gobernador de Coahuila, se dirigió al Congreso
local informando su desaprobación a la designación de Huerta como presidente
nacional y asegurando que se rehusaba a someterse a su gobierno. El día 26 de
marzo de 1913, reunidos en la Hacienda de Guadalupe, en Saltillo, Carranza y otras
personalidades, entre las que destacan Lucio Blanco y Jacinto B. Treviño,
proclamaron el Plan de Guadalupe, que desconocía a los tres poderes de la
federación y comunicaba que se tomarían las armas para restablecer el orden
constitucional. Se nombraba además a Carranza jefe del Ejército
Constitucionalista y se le daba la facultad de ocupar interinamente la
presidencia de México para convocar a elecciones.
Movimientos en el norte del país
Este movimiento se caracterizó por
tener una naturaleza legalista, cuyos segundos mandos estaban compuestos por
los principales políticos y burócratas del estado. Entre los militares que
integraban sus filas estaban: Jesús Carranza hermano del gobernador, Pablo
González, Francisco Coss, Cesáreo Castro y Jacinto B. Treviño, veteranos de la
lucha contra el gobierno de Díaz.
En el estado de Sonora, los generales
Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles le brindaron su apoyo a Carranza de
manera inmediata, tomando el liderazgo del movimiento en el estado junto con
Salvador Alvarado, Manuel Diéguez y Adolfo de la Huerta, entre otros. Esta
facción estuvo representada por una clase media con cierta capacidad militar,
que contaba con experiencia para realizar pactos con grupos populares.
En Chihuahua, si bien la clase media
había sido la protagonista durante la lucha contra Porfirio Díaz y su gobierno,
la muerte de Abraham González y la adhesión al bando huertista de Pascual
Orozco tuvieron como resultado que la lucha en el estado la dirigiera Francisco
Villa, miembro de las clases bajas, por lo que sus lugartenientes y segundos
mandos entre los que destacan Maclovio Herrera, Rosalío Hernández y Toribio
Ortega también eran parte de los sectores populares.
Otros movimientos importantes fueron
establecidos en los estados de Durango, donde los principales líderes rebeldes
eran de origen popular como Tomás Urbina, Orestes Pereyra, Calixto Contreras y
los hermanos Arrieta (Domingo, Mariano y Eduardo); y en Zacatecas, encabezado
por Fortunato Maycotte y Pánfilo Natera, el cual fue un movimiento de clase
media y populares.
El 18 de abril tuvo lugar en
Monclova, Coahuila, una convención a la que acudieron representantes del
movimiento revolucionario de los estados de Chihuahua, Sonora y Coahuila, cuya
duración fue de tres días, durante los cuales fue ratificado el Plan de
Guadalupe, la unión de las fuerzas de los tres estados en un solo ejército, y
el compromiso de Carranza para cumplir el Plan de Guadalupe, que le convirtió
en el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista y líder de la rebelión en el
norte.
Conforme fue esparciéndose el
movimiento se le hicieron adiciones al plan original, principalmente por parte
de políticos coahuilenses y antihuertistas de Sonora y Chihuahua.
En el mes de mayo la División del
Noroeste, al mando de Álvaro Obregón, tomó los poblados de Santa Rosa y Santa
María, con lo que prácticamente se aseguró el control de Sonora. Por ello
avanzó por la costa del Pacífico hasta llegar al centro de Jalisco. En
Chihuahua y parte de la Comarca Lagunera operó la División del Norte de
Francisco Villa. La División del Noreste, comandada por Pablo González, y la
División del Centro, al mando de Pánfilo Natera, completaron las tropas
constitucionalistas que se enfrentaron al régimen huertista durante la segunda
mitad de 1913.
Movimientos en el centro y sur del
país
Revolución mexicana en Tabasco
A diferencia de la activa
participación que se vivió durante esta etapa en el norte del país, las
regiones del centro y sur del territorio nacional estuvieron poco involucradas
en el proceso, salvo algunos movimientos de consideración.
En el centro del país, por el hecho
que la población tuviera un carácter urbano-industrial y el control mantenido
por el ejército huertista, la rebelión tuvo un débil desarrollo. En el estado
de San Luis Potosí se levantaron en armas los hermanos Cedillo Saturnino,
Cleofás y Magdaleno, aunque actuaron de manera independiente a los
antihuertistas locales que reconocían a Carranza como líder. En el estado de
Hidalgo operaron Nicolás Flores, Vicente Salazar, Francisco Mariel y Daniel
Cerecedo, y en Tlaxcala Máximo Rojas y Domingo y Cirilo Arenas.
En el sur, su lejanía con los Estados
Unidos en donde se compraban las armas para la revolución, de los principales
frentes de batalla, y su virtual incomunicación del país, ocasionó que la
población se viera renuente a participar en el conflicto armado.
Dentro de los movimientos de la zona
destacó el de Zapata, que también luchó contra el gobierno federal al cual
desconoció el 4 de marzo, aunque lo hizo como un movimiento independiente al
llamado constitucionalista. Además, los métodos drásticos y cruentos de
represión utilizados en su contra por el gobierno huertista hicieron que el
número de alzados aumentara considerablemente, pues los habitantes se vieron
obligados a intensificar la lucha defensiva. En el estado de Guerrero operó
Jesús Salgado, de filiación zapatista, los hermanos Figueroa Rómulo, Francisco
y Ambrosio; todos ellos ex maderistas, y Julián Blanco, en la costa de
Acapulco. Al mismo tiempo, en Oaxaca operó Juan José Baños, mientras que en
Tabasco participaron varios líderes como Ignacio Gutiérrez Gómez, Pedro
Colorado, Fernando Aguirre Colorado, Ernesto Aguirre Colorado, Luis Felipe
Domínguez y Carlos Greene, aunque sus acciones no llegaron a inquietar al
gobierno federal.
Intervención estadounidense
Segunda
Intervención estadounidense en México
Incidente de Tampico
y Ocupación estadounidense de Veracruz de 1914.
Desembarco estadounidense en Veracruz
El 9 de abril, seis barcos
estadounidenses anclaron cerca del puerto de Tampico, y cuando uno de ellos se
acercó al puerto, su personal fue aprehendido por soldados federales mexicanos.
Aunque los estadounidenses fueron liberados al poco tiempo, el contraalmirante
estadounidense Mayo pidió al general huertista Morelos Zaragoza un castigo
ejemplar para quienes habían realizado las detenciones y exigió que se izara la
bandera de los Estados Unidos, a la cual se le deberían rendir honores con 21
cañonazos. El gobierno huertista trató de llegar a un arreglo, pero todo fue en
vano debido a que el presidente Wilson ya había dado instrucciones para la ocupación
del puerto de Veracruz, evitando que Huerta recibiera un embarque de municiones
procedentes de Alemania que era transportado en el Ipiranga. La infantería
estadounidense tomó la aduana de Veracruz el 21 de abril de 1914,
posteriormente todo el puerto y el día 22 el de Tampico.
Huerta rompió entonces las relaciones
diplomáticas con los Estados Unidos y envió a la mayor parte de su ejército al
estado. Argentina, Brasil y Chile (grupo conocido como ABC) se ofrecieron a
actuar como mediadores en el conflicto durante las conferencias en Niagara
Falls, Canadá, el 20 de mayo de ese mismo año. El 24 de junio se firmó
finalmente un acuerdo que establecía que los Estados Unidos reconocerían
cualquier gobierno provisional que resultara del conflicto armado, compensarían
a los ciudadanos estadounidenses que se vieran afectados por la revolución y
que su gobierno no exigiría indemnización alguna por el incidente de Tampico.
Avance revolucionario y toma de
Zacatecas
Principales movimientos de la revolución constitucionalista
Para inicios de 1914 los
revolucionarios dominaban casi todo el norte del país (a excepción de Baja
California). En Durango, Pablo González y Jesús Carranza, (o Jesús Agustín
Castro y Luis Caballero en su ausencia), habían tomado el liderazgo del
movimiento cuando Carranza tuvo que salir hacia Sonora81 después de que fuerzas
huertistas tomaron el control del estado a mediados de 1913. Para entonces, los
hermanos Cedillo se habían convertido en la fuerza dominante de San Luis
Potosí; en Tepic operaba exitosamente Rafael Buelna; en Jalisco Félix Bañuelos
y Julián Medina; y en Michoacán José Rentería Luviano, Gertrudis Sánchez y
Joaquín Amaro Domínguez. En Veracruz, la lucha estaba encabezada por Antonio
Galindo, Cándido Aguilar, Hilario Salas y Miguel Alemán.
Durante marzo y abril de 1914 los
ejércitos del norte comenzaron a avanzar hacia la capital, Obregón por
occidente, Villa por el centro, y Pablo González por el este con la intención
de derrocar a Huerta, lo que motivó y facilitó el estallido de numerosos
alzamientos en los estados centrales del país.
Toma de Zacatecas
(1914)
Especialmente, la ciudad de Zacatecas
tenía una gran importancia para ambos bandos debido a que era un cruce
ferroviario que debían de tomar los revolucionarios procedentes del norte del
país antes de llegar hasta la capital. La ciudad, que se encuentra rodeada de
altos cerros, presentaba un gran obstáculo para los atacantes. El general
Medina Barrón, encargado de las defensas de la ciudad, colocó la artillería del
ejército federal en la cima de dos de los cerros más altos: el de la Bufa y el
del Grillo.
Felipe Ángeles llegó a Calera (a 25
kilómetros de Zacatecas) el 19 de junio de 1914 y salió a reconocer el terreno
para la batalla. Francisco Villa se presentó en las inmediaciones de la ciudad
el 22 de junio, y ordenó que la ofensiva comenzara a las 10 de la mañana del
día siguiente.
Conforme a lo planeado, los villistas
atacaron las posiciones federales en los cerros de la Bufa, del Grillo, la
Sierpe, Loreto y de La Tierra Negra, mientras cuarenta cañones apoyaban el
despliegue de la infantería que ascendía por los cerros que rodeaban la ciudad.
Alrededor de las 05:40 de la tarde
las tropas federales comenzaron a abandonar sus posiciones y huir de forma
desorganizada, poco tiempo después los revolucionarios tomaron los cerros de la
Bufa y del Grillo, avanzando posteriormente sobre la ciudad. Las tropas de
Villa mataron a una gran cantidad de soldados que trataban de huir,
contabilizándose cinco mil muertos en el bando federal, por tres mil en el
bando revolucionario.
A pesar de la victoria, Villa no pudo
ser el primero en llegar a la capital debido a que Carranza bloqueó los envíos
de carbón a la División del Norte, el cual era necesario para alimentar los
ferrocarriles de Villa.
Por otro lado, Obregón bajó por
Sinaloa y Jalisco, ocupando Guadalajara, desde donde se dirigió al centro del
país. González bajó por Monterrey, Tampico, San Luis Potosí y Querétaro. Con
estos avances el movimiento dejó de ser exclusivo del norte del país y abarcó
prácticamente la mitad del territorio nacional, lo que al mismo tiempo ocasionó
que otros sectores sociales se incorporaran. Además, conforme avanzaron las
fuerzas revolucionarias, se tuvieron que establecer diversos pactos con los
lugareños a cambio de apoyo, por lo que se hicieron decretos obreristas y
agraristas.
Triunfo revolucionario
Tropas Federales a la espera de Francisco Villa en la Ciudad de Torreón
El 14 de julio de 1914 Huerta huyó de
la capital y al día siguiente, 15 de julio, presentó ante el Congreso su
renuncia.90 Se trasladó a La Habana, Cuba, y de ahí a Estados Unidos, donde fue
detenido y enviado a la prisión de El Paso, Texas, donde murió en 1916
.
Francisco Carvajal, entonces ministro
de Relaciones Exteriores, quedó al frente del gobierno con la tarea de entregar
la capital a las fuerzas revolucionarias y negociar la rendición de las fuerzas
federales. Carvajal solicitó la mediación de los Estados Unidos, a lo que
Carranza se rehusó. Después de pláticas entre el gobierno y carrancistas, el 14
de agosto de ese mismo año se firmaron los Tratados de Teoloyucan, en donde se
presentaba formalmente la rendición incondicional del ejército federal.
Guerra de facciones
Defensa Revolucionaria
Tras la renuncia de Huerta la capital
fue rápidamente ocupada por el Ejército Constitucionalista ese mismo 15 de
julio. Venustiano Carranza llegó a la ciudad acompañado de Álvaro Obregón el 20
de agosto y tomó el mando político y militar.
El hecho de que Carranza le hubiera
negado la posibilidad de entrar a la capital y que no lo hubiera invitado a la
firma de los Tratados de Teoloyucan creó un fuerte malestar en Francisco Villa,
por lo que varios generales intentaron llegar a un arreglo pacífico. Se llevó a
cabo entonces una reunión, cuyo resultado quedó plasmado en el Pacto de
Torreón, en el cual se acordó que Carranza seguiría siendo el Primer Jefe, la
División del Norte tendría el mismo rango que la del Noreste y Noroeste, y
Felipe Ángeles fungiría asimismo como jefe de todo el Ejército
Constitucionalista.
Poco después, Carranza convocó a los
gobernadores y generales a una convención, en la que debía elaborarse un
programa revolucionario.
Convención de Aguascalientes
La apertura de la Convención se llevó
a cabo el 1 de octubre en la Ciudad de México y fue presidida por Luis Cabrera.
Sin la presencia de los delegados villistas ni zapatistas, Carranza presentó su
renuncia durante la sesión del tercer día, aunque ésta no fue aceptada por los
delegados. Se acordó además que la convención se trasladara a Aguascalientes
con la finalidad de que asistieran villistas y zapatistas, además de que sólo
participarían militares y no civiles.
Las sesiones fueron reanudadas el 10
de octubre en la ciudad de Aguascalientes, siendo presididas por Antonio I.
Villarreal, José Isabel Robles, Pánfilo Natera, Mateo Almanza, Marciano
González, Samuel Santos y Vito Alessio Robles. Con el traslado de la sede,
Villa decidió enviar a sus delegados y Zapata hizo lo mismo. Carranza por su
parte no asistió a la convención, ya que creía que Aguascalientes estaba
amenazada por Villa. En su lugar se dirigió a Veracruz.
Durante las sesiones, que se prolongaron
hasta el 13 de noviembre, los zapatistas pidieron que Carranza renunciara como
Primer Jefe de la revolución y que se aceptara íntegramente el Plan de Ayala.
En una carta leída a los presentes por Álvaro Obregón, Carranza aseguraba estar
de acuerdo en renunciar si Villa y Zapata se retiraban de la vida pública y
renunciaban como líderes de sus respectivos ejércitos. La Convención nombró a
Eulalio Gutiérrez presidente interino. Al enterarse del nombramiento el 10 de
noviembre, Carranza desconoció el acuerdo de la Convención y su derecho a nombrar
presidente, declarando que Gutiérrez era un presidente espurio.
Las fuerzas carrancistas salieron de
la capital al mismo tiempo que entraban los zapatistas. Días después llegaron
las fuerzas de Villa, reuniéndose ambos generales y firmando el Pacto de
Xochimilco, el cuál básicamente constituía una alianza contra Carranza.
Presionado por Villa y Zapata, Gutiérrez no pudo gobernar, y el 16 de enero
salió de la capital e intentó establecer su gobierno en San Luis Potosí, aunque
al poco tiempo renunció de forma definitiva. Roque González Garza fue nombrado
presidente provisional, gobernando del 17 de enero al 9 de junio de 1915.
Mientras tanto en Veracruz Carranza
gobernó de facto el país: el 12 de diciembre de 1914 reformó el Plan de
Guadalupe y poco después, el 6 de enero de 1915, promulgó una serie de leyes
redactadas por Luis Cabrera.
El 10 de junio Francisco Lagos
Cházaro recibió de la Convención el Poder Ejecutivo. La capital fue tomada de
nuevo por los carrancistas el 2 de agosto y ante su llegada la Convención se
trasladó a Toluca y posteriormente a Cuernavaca, en éste último sitio sin la
presencia villista.
Triunfo del constitucionalismo
Billete del Gobierno Provisional de México
Batalla de Celaya
Desde inicios de 1915 era claro que
la lucha por el poder continuaría, ahora entre carrancistas, villistas y
zapatistas. Los últimos dos grupos contaban para entonces con la ventaja de
tener un ejército más numeroso y habían ocupado la capital, aunque conforme
avanzó ese año la balanza se fue inclinando hacia el bando carrancista gracias
a las victorias de Álvaro Obregón frente al ejército de Francisco Villa98 y a
que, a pesar del pacto realizado en Xochimilco, nunca hubo una verdadera
colaboración entre Villa y Zapata debido a que éste último tenía por objetivo
mantener aislada su región, por lo que se mantenía a la defensiva.
El 6 de abril de ese año las fuerzas
de Villa intentaron tomar Celaya, la cual estaba bajo el control de Obregón,
quien pudo defender la plaza, causando alrededor de 2.000 bajas en el bando
contrario. Una semana después, Villa volvió a intentar tomar la plaza, esta vez
perdiendo alrededor de 4.000 soldados y fallando en su objetivo. Estas derrotas
debilitaron fuertemente al ejército villista, el cual se dirigió a León con la
intención de recuperar sus fuerzas.98 En total se desarrollaron cuatro batallas
en el bajío guanajuatense, y a pesar de que todas las ganó Obregón, en la
última, en el poblado de Santa Ana del Conde, un casco de metralla lo hirió en
el brazo derecho, por lo que los médicos se lo amputaron.
Carranza logró recuperar el control
de la capital en el año de 1916.
Constitucionalistas y
convencionistas.
Participación de la Casa del Obrero
Mundial
Casa del Obrero Mundial y Batallones
rojos.
La Casa del Obrero Mundial había sido
fundada durante la presidencia de Madero, el 22 de septiembre de 1912,101 por
un grupo de trabajadores mexicanos y activistas extranjeros. Durante esta etapa
la organización sirvió a manera de unión para agrupaciones sindicales y
mutualistas posicionados en la Ciudad de México, además de que tuvo una
composición plural, ya que tanto anarquistas como católicos integraban sus
filas. Al ser derrocado Madero, en la COM se impuso una línea más radical que
rechazaba el gobierno huertista. Tras el triunfo de la revolución
constitucionalista en agosto de 1914 y el posterior exilio de Victoriano
Huerta, Obregón reabrió la COM. Sin embargo, la lucha entre las facciones
carrancistas y convencionistas causó debates sobre el camino que debía de
seguir la organización. Los argumentos del pintor Gerardo Murillo (conocido por
su seudónimo Dr. Atl) y de Obregón convencieron a los dirigentes de la
organización de aliarse con la revolución constitucionalista, misma que ya
había definido su vocación social durante la guerra. El 17 de febrero de 1915
se firmó en la Ciudad de México una alianza entre la Casa del Obrero Mundial y
la facción carrancista, misma que solicitaba de la primera aportar voluntarios a
las filas constitucionalistas, y a Carranza se le pedía convertir en leyes las
demandas de los obreros organizados.
Esto dio origen a los llamados
Batallones rojos, grupos militares de trabajadores del Distrito Federal que
tendrían por tarea combatir a los campesinos-militares de la División del Norte
y del Ejército Libertador del Sur durante la Revolución mexicana. El encargado
de la organización fue el coronel Ignacio Henríquez, quien formó hasta seis
batallones con sus 4 mil y 7 mil reclutados aproximadamente. Cabe mencionarse
que los batallones tuvieron su mayor participación entre abril y septiembre de
1915.
Batalla de Columbus
En octubre de 1915 el presidente
estadounidense le dio el reconocimiento de facto al caransismo, aunque
condicionó tal reconocimiento al «buen comportamiento» que mostrara Carranza
hacia los intereses estadounidenses. A partir de ese momento la relación entre
Wilson y Carranza mejoró, lo que hizo que Villa se sintiera traicionado por
parte del gobierno estadounidense, al mismo tiempo que aseguró que Carranza
había aceptado las condiciones estadounidenses a expensas de sacrificar la política
y economía de México.
El 11 de enero de 1916 un grupo de
soldados villistas detuvo un tren en Santa Isabel, Chihuahua asesinando a 17
ciudadanos estadounidenses, mineros e ingenieros, que habían ido al país por
invitación de Carranza.
Poco antes del amanecer del 10 de
mayo de 1916, Villa atacó con 400 hombres el poblado de Columbus, Nuevo México,
al grito de ¡Viva México! y ¡Viva Villa! y los cuarteles del 13° regimiento de
caballería. Durante el enfrentamiento fallecieron 7 soldados estadounidenses y
7 civiles, mientras el bando estadounidense aseguró haber dado muerte a entre
75 y 100 soldados villistas en suelo mexicano.
Batalla de El Carrizal
El ataque a Columbus ocasionó que el
Congreso de los Estados Unidos diera autorización para castigar a los
responsables del ataque, por lo que tropas estadounidenses se internaron en el
país. De esta forma, un total 5.000 soldados al mando del general John J.
Pershing encabezaron una expedición punitiva, de once meses de duración.
Durante la expedición los
estadounidenses tuvieron altercados con la población civil, como el del 12 de
abril en Parral, Chihuahua, e incluso con el ejército carrancista, en junio de
1916 en El Carrizal.
Las tropas, que llegaron a contar 15.000
en territorio mexicano, finalmente salieron del país en enero de 1917 sin haber
podido encontrar a Villa.
Congreso Constituyente
Congreso
Constituyente de México (1917), Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos de 1917 y Congreso Constituyente.
A pesar de que Carranza se había
levantado contra el gobierno huertista con la promesa de restaurar la
Constitución de 1857, optó por redactar una nueva constitución que cumpliera
con las promesas hechas a campesinos y obreros durante el conflicto armado,
esto con la finalidad de evitar que los principales actores quedaran
insatisfechos y de nuevo se creara una inestabilidad social y política.
En diciembre de 1916, Carranza,
virtual triunfador del conflicto, convocó a un Congreso constituyente formado
exclusivamente por seguidores carrancistas y reunidos en la ciudad de
Querétaro.111 Dicho congreso sesionó hasta el 31 de enero de 1917, tiempo
durante el cual Carranza y sus íntimos de tendencias moderadas mantuvieron
debates con grupos del mismo constitucionalismo de ideas más progresistas entre
los que destacan Pastor Rouaix y Francisco J. Múgica, entre otros. Entre las
diferentes corrientes finalmente se llegó al acuerdo de promulgar la
Constitución de 1917 el 5 de febrero, permaneciendo desde entonces vigente en
el país.
Dentro de los artículos promulgados
en la Carta Magna sobresalen:
Artículo 3°.- La educación que
imparta el Estado debe ser laica, gratuita y obligatoria.
Artículo 27°.- El suelo y subsuelo
pertenecen a la Nación, no pudiendo ninguna corporación religiosa ser
propietaria.
Artículo 123°.- Regula las relaciones
obrero-patronales en el país, concediéndole autoridad al Estado el derecho de
intervenir en conflictos de este tipo.
Artículo 130°.- Regula la relación
Iglesia-Estado, haciendo la separación y estipulando que los miembros
religiosos no pueden poseer bien alguno o participar en la política interna.
Un día después, el 6 de febrero,
Carranza expidió la convocatoria para realizar elecciones en los tres órdenes
de gobierno, las cuales se llevaron a cabo en el mes de marzo. Carranza resultó
electo presidente con el 98% de la votación para el período 1917-1920114 y tomó
posesión el 1 de mayo de ese mismo año.
Actividad revolucionaria y
contrarrevolucionaria de 1916 a 1928
Ejércitos rebeldes entre 1916 y 1920.
Carranza gobernó de 1917 a 1920,
aunque no logró pacificar del todo al país ya que continuaron levantamientos
villistas en el norte, zapatistas en el sur, otro movimiento
contrarrevolucionario de Félix Díaz que duró hasta mediados de 1920, así como
otras rebeliones en Chiapas, Oaxaca y Michoacán.
A grandes rasgos se pueden dividir en
3 grupos los movimientos anti carrancistas: los revolucionarios anti
constitucionalistas, en donde destacan los villistas, los zapatistas, los cedillistas
en San Luis Potosí, arenistas, ubicados en el estado de Tlaxcala, y los
calimayoristas en Chiapas; los contrarrevolucionarios, entre los que se
encuentran los pelaecistas, quienes se ubicaron en la costa superior del Golfo
de México, los felicistas, quienes apoyaron a Félix Díaz durante su incursión
al país por Tamaulipas y lo siguieron posteriormente por Oaxaca, Chiapas y
Guatemala y de regreso nuevamente por Veracruz, en una campaña que duraría
hasta mediados de 1920, los soberanistas, que operaban en Oaxaca y cuyos principales
líderes eran José Inés Dávila y Guillermo Meixueiro, mapachistas y pinedistas,
conocidos comúnmente como finqueros y que operaban en el estado de Chiapas, y
los aguilaristas, que se encontraban en Oaxaca. Finalmente también se
encontraban alzados sin banderas, como los altamiranistas, cintoristas y los
chavistas, quienes operaban en el estado de Michoacán pero fueron derrotados
finalmente el 8 de Enero de 1918 en el pequeño municipio de Huandacareo del
mismo estado con apenas 83 hombres colocados estratégicamente en el pueblo.
Asesinato de Zapata
Para acabar con el movimiento de
Zapata, Carranza comisionó al general Pablo González Garza para que realizara
una campaña de exterminio de la población. Las precarias situaciones de los
habitantes, atenuadas por hambrunas y epidemias, también diezmaron a la
población pero el movimiento zapatista persistió, por lo que González urdió un
plan. Jesús María Guajardo, un coronel auxiliar de González, estando borracho o
fingiendo estarlo, arremetió contra Carranza y González, cerciorándose de que
un prisionero zapatista lo escuchara y más tarde le permitió huir. Cuando
Zapata se enteró de lo dicho por Guajardo, lo invitó a integrarse a sus filas.
Luego de una serie de negociaciones y de que Guajardo mandara a asesinar a
varios ex zapatistas que se habían integrado a los carrancistas como muestra de
sus supuestas intenciones, se concertó una reunión para sellar la supuesta
alianza en la hacienda de Chinameca el 10 de abril de 1919. Cuando Zapata cruzó
el portón, un clarín tocó el saludo y los diez soldados de la guardia de honor,
que presentaban armas, le dispararon simultáneamente. Guajardo fue ascendido a
general y recibió de Carranza 50.000 pesos por «notables servicios en el
ejercicio de sus funciones militares.
Plan de Agua Prieta y asesinato de
Carranza
Al momento de estar cerca la sucesión
presidencial, Carranza favoreció a Ignacio Bonillas como su sucesor e intentó
acusar a Obregón de conspiración, lo que ocasionó malestar en Plutarco Elías
Calles, Obregón y Adolfo de la Huerta, quienes proclamaron el Plan de Agua
Prieta, documento por medio del cual desconocían el gobierno constitucionalista
y proclamaba la soberanía del estado de Sonora.
Ante la imposibilidad de hacer frente
y defender exitosamente la capital ante el inminente ataque del grupo de
Sonora, Carranza se dirigió hacia Veracruz con mobiliario del Palacio Nacional,
máquinas para imprimir moneda y el erario nacional. Durante el trayecto fue
emboscado y asesinado en Tlaxcalantongo, Puebla, el 21 de mayo de 1920.
Presidencia interina de Adolfo de la
Huerta
Tras la muerte de Carranza, Adolfo de
la Huerta fue nombrado por el Congreso de la Unión presidente provisional el 1
de junio de 1920. Durante su mandato logró que Francisco Villa dejara la vida
militar al firmar los Convenios de Sabinas, con lo que se le otorgó el grado de
general de división y la hacienda de Canutillo, en Chihuahua, a donde se retiró
para dedicarse a labores del campo. En septiembre convocó a elecciones, en las
que Álvaro Obregón fue electo para asumir la presidencia el 1 de diciembre de
ese año.
Asesinato de Villa
El 20 de julio de 1923 Francisco
Villa, acompañado del coronel Miguel Trillo, Rafael Medrano y Claro Hurtado,
además de su asistente, Daniel Tamayo, fue emboscado por Jesús Salas Barraza a
la entrada de Parral, muriendo el caudillo a las 8:15 de la mañana en el
lugar. Ramón Contreras, miembro también de su guardia personal, fue el único
que sobrevivió.
Hasta la fecha se han especulado las
causas verdaderas de su asesinato, aunque generalmente éste es atribuido a
órdenes de Obregón o Calles.
Presidencias de Álvaro Obregón y
Plutarco Elías Calles
Álvaro Obregón y Guerra cristera.
Obregón fue presidente entre 1920 y
1924. De la Huerta quiso ser elegido presidente nuevamente, pero al ver que
Obregón favorecía a Plutarco Elías Calles desconoció al gobierno, lo que
desencadenó la denominada rebelión delahuertista, que fue apoyada por las dos
terceras partes del ejército nacional. El movimiento fracasó y el 11 de marzo
de 1924 De la Huerta abandonó el país, exiliándose en Los Ángeles, California.
Plutarco Elías Calles fue nombrado
presidente para el período de 1924 a 1928, tomando posesión el 1 de diciembre.
Durante los dos últimos años de su gobierno la situación interna del país se
volvió crítica debido a la posición de Calles respecto a la iglesia católica,
lo que provocó el surgimiento de un movimiento armado conocido como guerra cristera.
Poco antes de terminar su mandato se reformaron los artículos 13 y 82, con lo
que existiría la posibilidad de que Obregón fuera electo presidente
nuevamente.130 En las elecciones realizadas el 1 de julio de 1928 Obregón
resultó victorioso por un amplio margen, pero antes de asumir la presidencia
fue asesinado en un restaurante de la Ciudad de México por José de León Toral,
un fanático católico.
Tras la muerte de Obregón, Calles dio
un discurso público en el que aseguró que la etapa de los caudillos llegaba a
su fin y comenzaba el de las instituciones. En 1929 fundó el Partido Nacional
Revolucionario, posteriormente llamado Partido de la Revolución Mexicana y
finalmente Partido Revolucionario Institucional, el cual gobernó al país por 70
años. Por lo regular todo movimiento tiene fin común, el conseguir una mejor calidad de vida, un estilo de vida diferente en donde lo económico y lo emocional no sea un factor del cual preocuparse. Pero una gran cantidad de personas ya sea por temor a lo desconocido, a lo nuevo o a hacer algo diferente, jamás se dan la oportunidad de escuchar tal información que les podría cambiar su manera de pensar y por lo tanto su estilo de vida. Por esta razón te invito a que tomes la decisión y te des la oportunidad de ver y escuchar una información sumamente importante que te podría cambiar tu vida y la de tu familia.
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